El metal, con la lluvia y la humedad, se oxida fácilmente, lo que no es recomendable ni estéticamente bonito. Esto pasa porque nos olvidamos de recogerlas para protegerlas, porque no tenemos un espacio cubierto para guardar las sillas o porque no tenemos una funda para cubrirlas.
Entre otros materiales, madera o mimbre sintético, hay sillas en hierro y aluminio. El aluminio es el material más resistente para el exterior, ya que no se oxida y no necesita un mantenimiento específico, ya que tiene un acabado de pintura poliéster. Las sillas de hierro necesitan mantenimiento, especialmente en las bisagras.
MANTENIMIENTO DE SILLAS CONTRA EL ÓXIDO
El mantenimiento de las sillas de exterior es más o menos importante, dependiendo de cómo manejemos el material. Si tienes la costumbre de dejar tus sillas al aire libre, ya sea en verano o en invierno, entonces tendrás que preocuparte mucho del mantenimiento debido al óxido que adquieren.
¿QUÉ HACER PARA PREVENIR LA OXIDACIÓN?
Si perteneces al grupo de personas que dejan sus sillas afuera, entonces debes tratarlas cada vez que aparezcan manchas de óxido. Este tratamiento debe hacerse cada 2 años.
Si las sillas de exterior tienen manchas, quítalas con un cepillo de alambre con púas rígidas y aplica una capa de esmalte de uñas.
Sin embargo, prevenir la oxidación es siempre la mejor medicina.
Aplica WD-40® Producto Multiusos durante todo el año, especialmente en las bisagras y los tornillos que puedan tener las sillas. Cada vez que hagas esto, aplica generosamente; Deja actuar el producto unos minutos; Luego, con un paño seco, retira el exceso.
¿QUÉ PASA SI LAS SILLAS TIENEN ALGO DE CORROSIÓN?
Si las sillas están muy oxidadas, entonces lo mejor es aplicar WD-40® Producto Multiusos, dejar actuar y frotar las áreas oxidadas con un estropajo. Por último, pasar un paño para retirar el resto del producto.
Ahora bien, si tienes la costumbre de almacenar el material en invierno o protegerlo del sol en verano, el trabajo se simplifica. Solo tienes que aplicar WD-40® Producto Multiusos cada 6 meses. Verás que la vida útil de tus sillas será mucho más larga.
Cubrir sus sillas y mesas con la protección adecuada también es importante y te ahorrará mucho trabajo. Son pequeños detalles, muy sencillos, y el material te lo agradecerá.